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Delegar, Confiar, Guiar: El Poder de la Regla 10-80-10

Augusto Diaz
julio 28th, 2025
El poder de la regla 10-80-10

Hoy, liderar no se trata de ser la persona más inteligente en la sala, sino de crear un entorno donde otros puedan prosperar.

A medida que las organizaciones se vuelven más descentralizadas y rápidas, los líderes deben aprender a delegar de forma efectiva sin perder de vista los resultados.

La regla 10-80-10 es un marco que permite a los líderes encontrar ese equilibrio. No es una palabra de moda: es una filosofía práctica que impulsa la responsabilidad, fomenta la autonomía y asegura alineación sin caer en el micromanagement. 

En esencia, ayuda a liderar con inteligencia.

Qué es la Regla 10-80-10

El principio 10-80-10 divide cualquier proyecto o iniciativa en tres fases.

El líder participa activamente en el primer 10% del proyecto—estableciendo la dirección, clarificando objetivos y definiendo qué significa tener éxito.

Luego, se retira intencionalmente durante el 80% del proceso, permitiendo que el equipo tome las riendas de la ejecución, resolución de problemas y colaboración.

Finalmente, en el último 10%, el líder regresa para revisar los resultados, afinar el trabajo y cerrar el ciclo.

En lugar de controlar cada detalle o desaparecer por completo, este modelo crea un ritmo saludable de participación. Fomenta la confianza y la iniciativa, sin que se pierda la calidad ni el propósito.

Que es la Regla 10-80-10
La Regla 10-80-10

Por Qué Funciona Este Enfoque

Muchos modelos de liderazgo enfatizan la delegación, pero suelen pasar por alto los matices. Asignar una tarea no garantiza que se haga bien—ni que el equipo se sienta respaldado.

Por otro lado, revisar constantemente o ajustar el trabajo del equipo puede sofocar su confianza y ralentizar el avance.

El poder de la regla 10-80-10 está en crear independencia estructurada. El líder está presente en los momentos clave: aporta claridad al inicio y ofrece retroalimentación al final. 

En el medio, da espacio para que el equipo navegue, innove e incluso se equivoque.

Este enfoque construye madurez. Demuestra que confías en tu equipo, al mismo tiempo que dejas claro que te importa el resultado. Cambia el enfoque del control de tareas a la influencia en los resultados.

Liderazgo en el Primer 10%

El primer 10% es donde se pone la base. Es la fase de planificación, pero va mucho más allá de hacer una lista de tareas. Se trata de definir el tono, la visión y los límites que guiarán el trabajo.

Aquí es donde los grandes líderes hacen preguntas como:

✅ ¿Qué estamos tratando de resolver?

✅ ¿Para quién es esto?

✅ ¿Cómo sabremos que lo logramos?

No se trata de tener todas las respuestas, sino de asegurar que se están haciendo las preguntas correctas.
Un equipo que comienza con contexto claro es mucho más capaz de actuar con seguridad y alineación.

Un beneficio poco mencionado de esta fase es que fortalece el pensamiento estratégico del equipo. Cuando comprenden cómo encaja su trabajo en el panorama general, comienzan a liderarse con propósito.

El 80%: Soltar Sin Perder de Vista

Soltar el control puede ser una de las partes más difíciles del liderazgo, especialmente para quienes están acostumbrados a rendir alto. Pero el 80% central es justo donde ocurre el crecimiento.

Esta etapa pone a prueba tanto las habilidades del equipo como tu capacidad de confiar. Aunque puedes seguir al tanto de hitos clave u ofrecer apoyo ocasional, tu rol principal es mantenerte al margen. Resiste la tentación de corregir cada detalle. Tu equipo necesita sentirse con libertad para experimentar y con la responsabilidad de entregar.

Cuando los líderes intervienen demasiado en la ejecución, transmiten dudas. Pero al retirarse de forma consciente, el mensaje cambia: “Confío en ti.”

Esto no significa estar ausente. Significa estar disponible, pero sin interferir. Apoya con reuniones breves y estratégicas, no con llamadas de pánico.

El ochenta por ciento. Soltar sin perder de vista

El Último 10%: Guiar la Meta Final

Cuando el trabajo se acerca al final, el líder vuelve a entrar para dar una segunda ola de claridad y empuje. Es el momento para corregir el rumbo si hace falta, afinar el mensaje o preparar una presentación que impacte.

No se trata de rehacer el trabajo, sino de ayudar a que el equipo cierre con fuerza.

Lo importante aquí es el tono. Si el líder entra con demasiada crítica, puede derrumbar la confianza generada durante la ejecución. Pero si vuelve como colaborador—haciendo preguntas y reconociendo el esfuerzo—la confianza se profundiza.

Este también es un momento perfecto para reflexionar:

✅ ¿Qué funcionó?

✅ ¿Qué se puede mejorar?

✅ ¿Qué hay que celebrar?

El reconocimiento actúa como un mensaje cultural: indica que lo que el equipo creó realmente importa.

La Seguridad Psicológica del 80%

Uno de los efectos más poderosos del modelo 10-80-10 es que promueve la seguridad psicológica.

Cuando los miembros del equipo saben que tienen el control del trabajo principal (el 80%) sin el miedo a ser corregidos a cada paso, se sienten más libres para proponer ideas, asumir riesgos y aprender.

Esta libertad no implica caos—significa que el equipo tiene el espacio para pensar con criterio, equivocarse sin temor y crecer. La seguridad psicológica es un pilar de los equipos de alto rendimiento, y el 10-80-10 la apoya al establecer responsabilidades claras y confianza mutua.

Cuando las personas no temen ser cuestionadas constantemente, su creatividad y rendimiento pueden florecer de verdad.

10-80-10 en Equipos Remotos e Híbridos

El auge del trabajo remoto e híbrido ha hecho que la regla 10-80-10 sea aún más relevante.
Cuando no puedes entrar a la oficina de alguien o pasar por su escritorio, confiar en que tu equipo maneje su 80% con autonomía se vuelve esencial.

Al definir claramente los objetivos y resultados desde el inicio, los líderes remotos ofrecen la claridad que los equipos necesitan para tomar la iniciativa. Volver al final—no cada hora—mantiene a todos productivos sin generar estrés.

Además, en entornos distribuidos, este marco favorece la colaboración asincrónica. Los equipos pueden avanzar en sus tareas desde diferentes zonas horarias, mientras el líder se enfoca en dar dirección al comienzo y pulir los resultados al final—en lugar de administrar el minuto a minuto.

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Momentos de Coaching: Convertir el Último 10% en Crecimiento

El último 10% no es solo para afinar entregables—es el momento ideal para el coaching y el desarrollo. Aquí, los líderes pueden ofrecer retroalimentación útil, destacar buenas ejecuciones y ayudar a los miembros del equipo a reflexionar sobre su proceso.

En lugar de decir simplemente “buen trabajo” o “corrige esto”, aprovecha para preguntar:

1
¿Qué fue lo más desafiante?
2
¿Cómo decidiste este enfoque?
3
¿Qué harías distinto la próxima vez?

Estas conversaciones convierten la revisión del proyecto en una experiencia de aprendizaje, fortaleciendo habilidades y aumentando la confianza del equipo.

Cuándo Ajustar el Enfoque 10-80-10

Aunque la regla 10-80-10 es flexible, no siempre es aplicable tal cual.

En situaciones de crisis, lanzamientos críticos o con equipos muy inexpertos, el líder tal vez deba estar más presente durante todo el proceso.

Aun así, el espíritu del marco—comenzar fuerte, empoderar el proceso, y apoyar el cierre—puede seguir guiando tu forma de liderar. 

Usa tu criterio y adapta el modelo según las necesidades de tu equipo y la naturaleza del proyecto.

Adaptabilidad del liderazgo en la regla 10-80-10
Liderazgo en la Regla 10-80-10

Conclusión: Construye Capacidad

Los mejores líderes no crean dependencia—construyen capacidad.

La regla 10-80-10 es un mapa para lograrlo. Nos recuerda que liderar no significa estar en cada detalle, sino estar presente donde realmente importa.

Cuando defines el rumbo con claridad, confías en tu equipo para ejecutar, y los acompañas en el cierre, fomentas una cultura de responsabilidad, confianza y alto rendimiento.

Liderar no es hacer el trabajo, sino ayudar a otros a hacerlo mejor. ¡La regla 10-80-10 es el punto de partida!

— El Equipo de Monitask



FAQ: La Regla de Liderazgo 10-80-10

¿La regla 10-80-10 es solo para gerentes de proyecto?

No. El modelo 10-80-10 aplica a cualquier persona en una posición de liderazgo—líderes de equipo, jefes de área, ejecutivos—cualquiera que deba guiar resultados a través de otros.

¿Cómo sé cuándo retirarme durante el 80%?

Si tu equipo entiende los objetivos, expectativas y límites, es momento de dar un paso atrás. Tu rol cambia: pasas de dirigir a observar, apoyar y estar disponible.

¿Qué pasa si el 80% se descarrila?

Ahí es donde entra el último 10%. En lugar de intervenir demasiado pronto, dale espacio al equipo. Si se necesita corrección, usa esa última fase para realinear el resultado.

¿Funciona esto con empleados nuevos o junior?

Sí, pero probablemente requieran más apoyo durante el 80%. A medida que desarrollen habilidades, podrás retirarte más.

¿Y si disfruto estar involucrado en los detalles?

¡Perfecto! Estar involucrado no es lo mismo que controlar. Usa tu experiencia para definir la dirección y apoyar en momentos clave—sin tomar el control de la ejecución.

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